Vista atrás

Probablemente tú coincidas conmigo. Me refiero a que este año no fué perfecto, ni tan siquiera se acercó a la perfección.
Pero más allá de lo perfecto y realista, se encuentra lo surrealista.
Echa la vista atrás, y verás momentos que recuerdas como si fuese ayer, algo inolvidable. Momentos bonitos, malos, estúpidos, interesantes, divertidos.
Sigue mirando atrás, y seguirás viendo momentos en los que (son)reíste hasta no poder más, momentos en los que te desesperaste o en los que te cabreabas contigo mismo, con los demás y hasta con el mundo.
Te acordarás de ese tropezón, luego de levantarte, y más adelante de volver a tropezar en el mismo sitio. Sin embargo, seguimos aqui, y eso quiere decir que estamos despiertos, levantados y mirando hacia adelante.

Y si sigues mirando, verás que no es suficiente. Que lo vivido es lo vivido, pero aún nos queda mucho por vivir.

Dosis de optimismo.

Estamos metidas en una especie de huracán, en el que el tiempo pasa a la velocidad que le da la gana. Cuando se supone que debe correr, va lento. Cuando se supone que tiene que aminorar la marcha, pasa volando.
Estamos sumergidas en un cúmulo de pesimismo, junto con ganas de gritar, llorar y hecharlo todo a perder.
Pero aunque esteamos metidas en algo asi, todo tiene un final, o por lo menos, un pequeño final.
¿Y sabes cual es ese pequeño final?

Un cúmulo de optimismo, de descanso, de ganas de comerte el mundo...de sonrisas.

Todos los días sale el sol, chocho.

Signo de admiración

Quiéreme, manifiéstate de súbito, choquémonos como por arte de mágia en el Bukowski un miércoles. Pidámonos disculpas, intentemos tirar el muro gélido diciéndonos las cuatro cosas típicas. Invitémonos a bebidas alcohólicas.Escúchame decir cosas estúpidas y ríete. Sorpréndete valorándome como a oferta sólida.Y a partir de ahí, quiéreme. Acompáñame a mi triste habitáculo.Relajémonos y pongamos música.De pronto, abalancémonos como bestias indómitas.Mordámonos, toquémonos, gritémonos.Permitámonos que todo sea valido.Y sin parar follémonos. Follémonos hasta quedar afónicos,follémonos hasta quedar escuálidos.Y al otro día, quiéreme.Unamos nuestro caminar errático descubramos restaurantes asiáticos, compartamos películas,celebremos nuestras onomásticas regalándonos fruslerías simbólicas.Comprémonos un piso. Hipotequémonos.Llénenoslo con electrodomésticos y regalémosle nueve horas periódicas a trabajos insípidos que permitan llenar el frigorífico.Y mientras todo ocurra, solo quiéreme.