jueves, 17 de enero de 2013

Enero. Frío.

Nunca llegamos a saber como es algo hasta que realmente sucede. No podemos querer a alguien sin pasar un tiempo, unos momentos con él. Podemos echar de más, pero no de menos. Solo echamos de menos en el momento que alguien desaparece. Y cuando es así, es cuando comienzas a echar de menos; su sonrisa, su energía, su vitalidad, su paciencia, incluso su mal humor.
Y solo cuando estás echando de menos, te das cuenta de que una parte de ti no lo echa de menos. Te das cuenta de que hay algo(alguien), que sigue permaneciendo junto a ti, unido a ti. Que está contigo cuando vas a hacer la compra, cuando estás pasando unos apuntes o cuando estás en tu momento más feliz.
Y es que no todo desaparece. Siempre queda ahí algo, que nos protege del frío, que empuja a seguir adelante, que te levantará cada vez que te caigas. Que estará a tu lado para que seas incapaz de echar de menos. Porque no hace falta.



Esteas donde esteas. Te quiero.