You have been the one.

Ya está bien de tener los ojos cerrados, de no querer oír todos los sonidos, de esconderte del mundo y intentar evadir la realidad. Porque es de pronto, cuando esta te da de bruces y hace todo más difícil.
Se trata de asimilar la situación, por muy complicada que sea y por mucho que te empeñes en creer en los milagros. Porque los milagros no existen, ya no existen. Parece que nunca te puede tocar a ti, ves como poco a poco le va sucediendo al resto de la humanidad y de repente..¡pam!Te toca a ti, y ya no hay vuelta atrás. Por eso, si estamos preparados, cuando suceda, será menos doloroso. Aunque echar de menos nunca dejará de ser doloroso. Y tanto.




You have been the one, for me.

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Quizás no sea hoy, y quizás tampoco sea mañana. Pero en algún momento, tienes que tomar una decisión. Porque es así, la vida no se compone de otra cosa que no sea decisiones. De las más tontas, como cuando decides qué ropa ponerte cada día o qué hacer en tu tiempo libre. Hasta las más difíciles de tomar.
Porque no existe el quedarte en el medio de dos situaciones. Lo único que tienes y debes de hacer es decantarte por un lado o por el otro, con riesgo y con todas sus consecuencias.
Y llegará el día en el que ves que quizás ya no debes mirar por ti, sino por los demás. Día en el que decidiras que hay ocasiones en las que tu ausencia es el mejor regalo. Dicen que quien no arriesga, no gana. O no, se puede arriesgar y perder.

Hay días que no encuentras ningún motivo para levantarte de la cama. Pero algún día, llegará el momento en el que no encuentres ninguna razón por la que quedarte hundida en cama.

Diciembre, frío.

Detrás del dolor, siempre hay una fuerza que te da energía suficiente para seguir. Aparentemente, es debilidad, pero detrás de esa debilidad hay una sonrisa que te regala cada vez que lo ves.
Hay personas, que solo con verlas, te llenan de felicidad. Y parece mentira, pero aún en tiempos revueltos y diluvios universales, la felicidad está detrás de todo esto. Porque no hay nada más maravilloso que verlo sonreír, que poder seguir abrazándolo o ver como sigue recondandote.
Es entonces, cuando te das cuenta de que no necesitas nada más para avanzar, que lo más importante en este momento sigue ahí, no importa cuanto tiempo sea, sino cuanta felicidad es capaz de generar por segundo. Quizais tambien sea triste ver como sus pasos se empequeñecen, pero es increíble cuando una persona, hasta el último soplo de su vida, genera fuerza y felicidad.
Cierto es, que necesitamos complicaciones para asumir responsabilidades.